Despertar cuando el resto del mundo se va a dormir. Cuando solo la luz enferma de la tarde me observa.
Despertar para buscar mi rostro avejentado en el espejo: Un rostro carcomido, avejentado. Agotado.
Despertar para recorrer calles vacías, en donde nada ha pasado.
Caminar para encontrarme con que el mundo gira, sigue su curso y no me espera.
Un día más, una noche menos, en la que la vida nuevamente ha cambiado.
Caminar por la ciudad de noche es darte cuenta de que cuantos fantasmas habitan en ella, cuántos fantasmas has guardaddo en tu memoria.
Noches vacías
lunes, 9 de febrero de 2009 | Publicado por Historias | Noticias | Regresiones | Reflexiones | Revelacionnes en 18:14 | Etiquetas: Poesía
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2 comentarios:
En hora buena Javier.
Caminar por la ciudad de noche es darte cuenta de que cuantos fantasmas habitan en ella, cuántos fantasmas has guardaddo en tu memoria.
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