Pedazos

lunes, 18 de mayo de 2009 | |

Caigo hecho jirones,
convertido en espejismo,
pedazos de mí,
que corren con la lluvia,
se funden en el pavimento.

Caigo:
mi voz es una nube que se deshace,
soplo de viento.


(1)

¿Quién quiere hablar conmigo?
¿El encantador de serpientes?
¿La serpiente?


(2)

Todo el mundo puede ser el creador de su pequeño infierno.

Solo necesitas tomar de la mano
el abismo que se abre en tu pecho,
conocer lo que se esconde detrás de tus ojos,
espiar los latidos de tu corazón;

Morir a cada segundo,
a cada instante.


(3)

Casi sin querer te percatas
del silencio
que envuelve a la ciudad,
como un puño cerrado que todo lo contiene.

Casi querer te percatas
del silencio
que te aguarda,
te encierra,
te refleja.

4 comentarios:

dèbora hadaza dijo...

si, casi sin querer...

Lirva dijo...

Ese silencio que te rompe y hace el mismo sonido que la envultura de un caramelo.

Beso***

Jj dijo...

Yo también prefiero la cerveza.

ángel dijo...

Un gusto leer este tríptico de cuatro partes (el infierno son los otros, los grandes y pequeños, los otros y nosotros). Un gusto recorrer tu espacio.


Saludos...