Memoria

Todos los actos miserables de esta vida tiene un inicio glorioso.

Toda la maldad que anida en mi pecho tiene un comienzo miserable.

Un poco como un recuerdo,
una imagen desdibujada: tal vez por la lluvia, tal vez por la sal o la húmedad.

Un poco como una fotografía deslúcida. Tal vez rota.

Un poco como un camino de tierra y una imagen pérdida en el fondo:

Algo parecido a un niño vestidod e azul que camina, dándole la espalda al objetivo.

Algo parecido a un jardín medio olvidado hacia la derecha.

Algo parecido a una montaña verde en el fondo, muy en el fondo.


2

Mi padre tomó el teléfono: con la voz doblada me mintió.

3

La memoria es como una piedra atada al cuello.

La memoria se parece a ti. Tiene los mismos rasgos, la misma mirada, el mismo cabello. Los mismos instintos.

El mismo vacío,

La misma lengua.

Pero no eres tú. No eres tú.

Es alguién que se te parece.

Es alguién que ya no eres. O nunca fuiste.

Porque la memoria es mentirosa.


4

Tú padre, me dijo la voz que se quebraba murió hace mucho. Era una mala persona, olvídate de él. Ya esta muerto. Y enterrado.

(No pude quedarme callado y pregunté
¿Con quién hablaba? )

Con nadie. Con tu memoria.

Abro los ojos...

Abro los ojos en medio de una oficina llena de personas que trabajan con la vista clavada en sus PC`s. Son la cinco y diez de la mañana. Por un instante me preguntó que hago aquí.
Cierro los ojos. Escuchó los dedos chocar una y otra vez contra las teclas: tienen un mensaje secreto para mí.
Me levantó de mi silla y caminó hacia el baño. Subo un piso de escaleras a oscuras. Abro una puerta y la luz brillante del foco del baño me deslumbra.
Me veo en el espejo: los ojos rojos, la mirada extravida, el rostro flaco del que no sabe que esta haciendo en ese lugar.
Me metó en uno de los baños y me siento.
No sé que hago aquí.