Revista Parteaguas

sábado, 22 de noviembre de 2008 | |

En la revista Parteaguas, editada en Aguascalientes por el Instituto de Cultura de Aguascalientes, publicaron recientemente una reseña mía hecha al libro de la poeta y novelista española Menchú Gutiérrez, Detrás de la Boca.

Les dejó aquí la portada de esta bella revista, un ejemplo de que la cultura existe, y muchas ocasiones, se hace con mucho más amor en el interior del país.

Va desde aquí mi agradecimiento a los miembros de la revista Parteaguas, con la que espero seguir colaborando. Y una felicitación, pues su revista es una joya para la vista. Felicidades.

Aquí la revista.





Aquí la reseña:

Detrás de la boca
Menchú Gutiérrez
Siruela


La boca es un rincón de nuestro ser que nos permite a la vez comer, besar, amar, ingerir, gozar, conocer, criticar. La boca es un búnker, nos dice Menchú Gutiérrez (Madrid, 1957) en Detrás de la boca; lugar fijo y variable, entreabierto; cruce de caminos en donde se encuentran nuestros desvaríos. ¿Qué sería de nosotros sin esa puerta de entrada y salida, sin ese lugar de recogimiento de nuestra personalidad? Nuestros labios son el refugio de los besos, la simiente de nuestro futuro. En muchas ocasiones algo más: deseo, carnalidad, profundidad ¿Qué seríamos sin la lengua? Mudos, ciegos, lejanos. Ése es el epicentro que recorre la escritora española para retratar un universo personal, sensual y físico, en donde los sabores, las palabras, los gestos, son símbolos de un escenario distinto.

¿Qué se puede decir de la boca que no se haya dicho ya? Mucho, pues como nos dice el escritor español Vicente Verdú, para los antiguos el estomago era nuestro segundo cerebro. No es difícil entender porqué: éste cumple una función primordial, no sólo en la alimentación, sino para digerir y conocer a nuestros congéneres: “No trago a esa persona”, “Juan me cae como patada en el estómago” Boca y estómago son dos metáforas, dos órganos intercomunicados.

En Detrás de la boca, la también poeta y traductora, nos introduce a ella como metáfora del conocimiento, de la aprehensión y de la necesidad, rompiendo el estricto corsé de los géneros literarios. El libro, más cercano al ensayo y a la poesía, que a la novela, es un cúmulo de historias que nos llevan de la mano, mediante una prosa finamente hilada, por los misterios que la boca oculta: puede ser nuestro puente, nuestro interior, nuestra frontera. Sirve para aislarnos y para acercarnos. Sirve para hablar pero también para mentir. Entrar en ella es ingresar al terreno de lo misterioso. ¿Porqué esta ahí, a la vista de todos , pero no sus secretos, no su belleza?

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