Mentira

sábado, 3 de octubre de 2009 | |

Entender a la gente.
Escucharlas con una sonrisa beatífica en los labios.
Escribir notas en un cuaderno rojo,
Mientras no pierdes palabra de lo que te están contando.

Mirarlos a los ojos.
Tranquilizarlos.
Decirles que lentamente van mejorando.
Lentamente van recuperando la fe en ellos.
La fuerza interior.
Que lentamente se van reconstruyendo y son otros.
Mejores.
Más dulces.
Más tranquilos.

Despedirlos con un abrazo y un beso. O estrecharles la mano.
Con confianza.
Seguridad.
Sin dejarlos de ver a los ojos.

Cerrar la puerta con una sonrisa.
Respirar.

Servirme un trago de whisky y encender un cigarrillo.
Hacerme una línea de coca e inhalar con fuerza.
Tirarme en el diván y decirme a mí mismo que voy mejorando,
Que día a día me veo mejor.
Qué me estoy reconstruyendo.
Que cada vez soy más feliz.