Alumbramiento

domingo, 29 de noviembre de 2009 | |





Alumbramiento
Andrés Neumann
Edit. Páginas de Espuma


Por Javier Moro H.


En Alumbamiento, Andrés Neumann sorprende al cuestionar los roles masculinos tradicionales, desde una perspectiva irónica, divertida, que rompe con esquemas y estructuras sociales ampliamente conocidas.

En Alumbramiento, Neumann además se divierte y contagia al lector de esa alegría, esa ironía, mientras desmenuza lentamente las contradicciones de esa masculinidad tradicional, que ahora ha sido rebasada por los tiempos que corren y las realidades en las que se desarrollan las relaciones inter-genéricas, y que sin embargo se ha negado a desaparecer, dar pasos al costado, para permitir que los estos nuevos aires refresquen la convivencia humana.

Para Neumann no existen los universos insignificantes u olvidables, todo es digno de exploración, de iluminación. Y más esos universos masculinos tan recaciltrantes al cambio, tan adheridos a eso monumentos fálicos, hace largo tiempo desgastados.

Una de las características que identifican a este escritor nacido en Argentina en 1977, pero exiliado en España desde muy joven, es precisamente la de poseer una naturaleza curiosa que busca conocer, desentrañar los misterios que esconden las profundidades de la naturaleza humana. Pero Neumann conjuga la curiosidad es conjugada con la capacidad de mirar irónicamente todo lo que nos rodea, toda esa cotidianidad llena de interrogantes.

Alumbramiento, libro de relatos de la editorial española Páginas de Espuma, es un libro que se encuentra dividido en tres partes: la primera conformada relatos que sorprenden al cuestionar de manera contundente, irónica, el papel de los roles tradicionales de la masculinidad, pues a través de diversas estrategias narrativas, para presentar y destruir los roles como el del marido estricto que no osa romper sus propias reglas o el del padre siempre ciego a cualquier necesidad que no sea la suya.

Es precisamente el primer texto, el que le da nombre a todo el volumen, el que nos deja ver claramente cuál es la preocupación temática del autor: En una habitación de un hospital, rodeado por el médico y las enfermeras, un hombre trata de dar luz a otro hombre, mientras rememora la noche en que lo concibió en un hotel de paso.

Es de ahí que Neumann abra paso a esa búsqueda de “alumbrar” la forma en la que los hombres tradicionalmente se alejan de la figura femenina, se divorcian de ella y buscan construirse excluidamente de estereotipos “masculinos” O lo que solemos malentender como nuestro lado masculino, perdiendo así un parte esencial de nosotros mismos.

Perdida que Neumann intenta detener, por un lado, y por otro alumbrar, darle luz y visibilidad a una masculinidad que ha sido rebasada por los tiempos que corren y que sin embargo muchos nos aferramos a defender. Porque si los roles femeninos han cambiando, los personajes de los relatos de Neumann nos demuestran una vez más que la mayoría de los hombres se sienten inconformes con estos roles que tradicionalmente nos han tocado repetir, y que sin embargo, cómo decía, muy pocos se han atrevido a romper, a modificar, perpetuando así un malestar que parece no tener más origen que el papel que el hombre ha jugado a lo largo de la historia.

Los relatos de Alumbramiento son entonces relatos desde una masculinidad inconforme, sería la forma de definir estos primeros cuentos, que sin embargo no se encuentran exentos de la ambigüedad que tan bien maneja el autor. Por que sus personajes se mueven casi siempre entre la duda y el deseo, entre lo que son y lo que quisieran ser.

La segunda parte del libro se encuentra construida por una serie de micro relatos que dibujan lo mejor del autor. Luminosos en muchos sentidos, éstos micro relatos nos ofrecen lo mejor del libro sobre los temas que más le preocupan al autor, como es el deseo y su ambigüedad, la educación y la nostalgia por la primera infancia.

Neumann en esta segunda parte nos vuelve a sorprender con una prosa de trazos delicados, que mucho le deben su ejercicio poético, que sin embargo se ve rota de improviso por una serie de imágenes intensas y bellas. Es justamente aquí donde Neumman parece desenvolverse con mayor soltura, en los relatos de corto aliento, que sin embargo en su pluma se transforman en universos enormes y distintos, plenos de energía, de luz y de sombras, de juegos que muestran que los personajes de Neumann no son unidimensionales, que al contrario son sujetos plenos de dudas y que se mueven en territorios resbalosos, extremos, entre el querer ser y el ser.

Es en esta segunda parte en donde todas las intenciones narrativas del autor se llevan plenamente a cabo. Es aquí donde la ambigüedad brilla como el elemento central de la obra de Neumann, quién parece decirnos que la palabra final no esta dicha todavía. Ni en la vida ni mucho menos en la literatura. Una idea provocadora en estos tiempos en donde el conservadurismo parece gobernarnos, tanto en la vida como en la literatura.

La tercer parte de “Alumbramiento” también se encuentra conformada por micro relatos que retratan distintos aspectos del trabajo literario sin perder jamás su punto de visto irónico y divertido, que desdramatizan los estereotipos que se imponen siempre que se habla de literatura. Aquí hay que agradecerle al autor que simplemente no renuncie a su sentido del humor y a su riguroso sentido estético, que nos permiten experimentar con él esa sana curiosidad de indagar y conocer más sobre la naturaleza de la escritura.

Por último Neumann nos regala con un dodecálogo en donde nos demuestra que una de sus preocupaciones es constante cuestionarse a sí mismo sobre el acto mismo de la escritura.

Neumann es un autor joven y prolífico, ganador este año del Premio Alfaguara de Novela, poeta, cuentista, pero que conserva la osadía de indagar y experimentar en los distintos géneros literarios, mezclando como viejo alquimista todas las posibilidades que éstos le ofrecen. Es ahí en donde se encuentra el merito de sus obras: en la osadía y el buen humor con el que emprende sus aventuras literarias.

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