Un dulce olor a trópico

jueves, 19 de julio de 2007 | |


Taxco


La conozco desde pequeño, desde que llegué a a este paìs. Tal vez unode los primeros paseos por tierras mexicanas incluiría la ruta México, Cuernavaca, Taxco, Acapulco. Curiosamente, tres de esas ciudades se convertirían en lugares entrañables para mí. El puerto no lo es tanto, tal vez porque el ambiente del puerto gira más en torno al desmadre nocturno, el cual no te da tiempo para los momentos entrañables.

Pero sí Acapulco tiene su encanto, como no. Aunque uno de los recuerdos más profundos que tengo del puerto, no sea una experiencia vivida por mí. Recuerdo, con especial afecto un cuento de Parménides García Saldaña, incluido en su libro El Rey Criollo en la que el personaje central de la historia, termina enamorandose de una prostituta a la cual pretende sacar de su vida en el congal; después de unos días el joven iluso se ha convertido ya en parte de la decoración de La Huerta, la famosa Huerta, prostíbulo ubicado en lo que se conoce como el Acapulco Viejo.

Recuerdo aún que en algún viaje hecho en algún momento de la pubertad, escuché a los amigos de mi padre mentarla, hablar de La Huerta, con singular afecto e ironía; Aún existía ese viejo prostíbulo, el cual nunca conocí, aunque pareciera que sí. Aún puedo oler el aroma de las sabanas humedas, aún puedo ver las grises palmeras que adornaban la pista de baile; Aún puedo sentir el cuerpo moreno, que bailaba boleros y danzones, mientras mis manos se empaban de su sudor.

Eso es lo que podríamos decir una experiencia literaria.Memoria literaria. No conocí el lugar. Ignoro si aún exista siquiera. Lo más probable es que no. Y sí existe aún, seguramente no tiene nada que ver con los recuerdos que yo tengo de ella, recuerdos atrapados a partir de la prosa de un escritor mexicano, hoy semi olvidado.
En fin, ójala alguién me sacará de esa duda; ¿Aún existe La Huerta?

Al final, este texto se devío. Quería hablar de Taxco y mis viajes, éstos sí reales, a la ciudad de la plata y terminé recordando un viejo libro, que ignoro en donde haya quedado.

Tal vez sea un buen pretexto para buscarlo y releerlo. Al final, dejé los recuerdos de Taxco para otra ocasión.

1 comentarios:

Sabinesca dijo...

si quieres saber que paso con la huerta yo te puedo decir... me encanto tu descripción...