Silencio

sábado, 27 de diciembre de 2008 | |

Me he cambiado a un departamento oscuro, frío y silencioo. Un departamento en la colonia Roma, que se caracteriza por el silencio que se adueña de sus pasillos y sus balcones. Un edificio demasiado silencioso. un oasis de paz en medioo del caos citadino. Excepto por la bomba del agua que ruge religiosamente tres veces al día
(No entiendo bien porqué)
Pero debo admitir que cvuando salgo a la calle y me hundo en medio del ruido citadino me sinto bien. Las alarmas y el estress regresan a mí. Me siento vivo, agíl.
Soy un animal citadino, que tal vez no se adaptaría a la tranquilidad de la vida en otro lugar. Un lugar silencioso solo entra en mi imaginación para vacacionar, para quedarme ahí un par de semanas. No más.
Tal vez este demasiado hecho a la ciudad, a su coas, a su algre desparpajo, a la necesidad de respirar smog y escuchar mentadas de madre.
Aún así me agrada la tranquilidad de mi nueva morada, el silencio que acompaña mis pasos cuando regreso tarde en la noches. El silencio, el tan ansiado silencio

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